A la hora de trabajar de la manera más eficiente posible, las grandes mentes cuentan con métodos que les permiten llevar a cabo sus actividades. Este es el caso del Deep Work, la estrategia de productividad que utilizan Bill Gates (en Microsoft) y Elon Musk (en Tesla, SpaceX y X) para sacar lo mejor de sus compañías.
Si bien el éxito depende de una amplia serie de factores, como el talento, la forma más fácil de ser productivo con un proyecto es realizarlo con la mayor concentración posible. Por ese motivo, estrategias como el Deep Work, son alternativas que todas las personas que buscan aumentar su rendimiento deben probar.
Qué es el Deep Work
Se trata de una técnica que consiste en concentrarse únicamente en una tarea, la más importante. El principio más importante reside en la creencia de que la eficiencia está ligada a la exclusividad de las acciones. Contrariamente, se piensa que muchas actividades dispersas reducen la productividad y los riesgos de obtener un buen resultado.
El término en inglés fue inventado por Cal Newport, un escritor de Estados Unidos que presentó un libro titulado “Deep Work: Rules for Focussed Success in a Distracted World”. En su obra, desarrolló fórmulas y métodos que permiten encontrar concentración en ámbitos en los que reinan las distracciones.
Cómo aplicar el Deep Work
La primera actividad que debe realizarse para aplicar esta técnica es identificar todos los estímulos, todo aquello que distraiga e interfiera en la tarea, como puede ser el teléfono o las redes sociales. Esto puede anotarse en una libreta. Lo siguiente que debe hacerse es eliminarlo o alejarlo lo más posible de la vista. No debe estar al alcance de la mano.
Luego, hay que determinar un horario del día en el que se va a aplicar el Deep Work. No deben ser más de 4 horas seguidas porque se pierde concentración. Además, se deben seleccionar otros momentos que serán dedicados exclusivamente al ocio, al descanso y a las actividades recreativas.
Durante ese lapso escogido se deberá trabajar de manera ardua. Esto permitirá llevar la productividad al siguiente nivel. Se trata de un método simple pero que debe cumplirse estrictamente para que funcione. No tiene que existir una sola interrupción que detenga la tarea o el objetivo que se espera lograr. Finalizado el tiempo, se abandona la actividad hasta mañana.
Cabe destacar que Cal Newport sugiere que, para que exista un equilibrio en la persona que lo aplica, existen momentos del día en los que deben aceptarse momentos de “improductividad”, de ocio y de aburrimiento. Esto implica que no está mal relajarse realizando otras actividades con el celular, la televisión o las redes sociales. La música o el deporte ayudan a relajarse y son buenos acompañantes para estas situaciones.
