Inteligencia Artificial: las 4 habilidades en las que los seres humanos son superiores

Existen capacidades que son propias de las personas y que la inteligencia artificial todavía no puede replicar.
Introducción a la Inteligencia Artificial

Desde la irrupción de la inteligencia artificial en la sociedad y, especialmente, en el ámbito laboral, el temor de los trabajadores por ser reemplazados por la tecnología fue cada vez mayor. Sin embargo, pese a que esta sea una tendencia en alza, existen varias habilidades que son propias de los seres humanos y que estas herramientas, por más avanzadas que sean, no son capaces de replicar.

Y esto va más allá del talento de cada persona, que es una de las características que permiten a los empleados mantener su posición. Se trata de habilidades que diferencian a los seres humanos de las máquinas y que la inteligencia artificial no puede realizar con la misma eficacia. Esta distinción se mantendrá, como mínimo, por muchos años.

Cuáles son las 4 habilidades en la que los seres humanos superan a la inteligencia artificial

Emoción

Como se trata de sistemas e incluso su propio nombre las define como artificiales, la tecnología no tiene la capacidad de sentir emociones, que es uno de los rasgos que define a los seres vivos. Incluso los robots humanoides, que tienen un rostro y pueden realizar expresiones acorde a un contexto específico, no igualan a las personas en esta categoría.

La inteligencia artificial no puede estar feliz, triste, sentir dolor o conmoverse, más allá de que las personas le puedan pedir que su contestación refleje alguno de estos sentimientos. No es lo mismo ni está cerca de aproximarse a la reacción genuina de un ser humano que responde a un determinado estímulo. Y todos lo hacen de manera distinta, a diferencia de las máquinas.

La inteligencia artificial no puede replicar las emociones de los humanos.

Más allá de que existan personas que le exijan a estas tecnologías que tengan empatía con ellos o los ayuden a resolver sus emociones, la interacción con los sistemas es genérica y a pesar de que sean experiencias personalizadas están limitadas a los conocimientos que poseen y con los que fueron entrenados. No tienen las habilidades emocionales de los humanos.

Y los sentimientos, si bien pueden ser traicioneros, pueden ser los causantes de que las personas alcancen su máximo potencial en el trabajo. La emoción está ligada a la ética y a la persuasión, dos habilidades que la industria laboral valora mucho. Por ejemplo, alguien que se desempeña en ventas puede conocer de una manera distinta a sus clientes. Y así sucede con la mayoría de los empleos.

Creatividad

Esta es una de las categorías más relevantes que separan a la inteligencia artificial de los seres humanos. Incluso existen varios estudios que remarcan que los empleos creativos no sufren riesgo de ser reemplazados por la tecnología porque dependen de la inspiración y de la imaginación de los seres humanos. El talento aquí también es clave porque está ligado a lo que se puede realizar.

Una persona creativa tiene la capacidad de ver más allá de la norma o de las convenciones, encontrando una solución que no está a la vista para resolver sus problemas. Generalmente, si se le consulta a una tecnología una alternativa podría llegar a pensar un método que ya fue considerado y que no es tan efectivo.

La creatividad es propia de los seres humanos y no es reemplazable por ninguna tecnología.

Esto no significa que las personas creativas no se puedan apoyar en la inteligencia artificial para resolver sus problemas, pero sí quiere decir que necesitarán de sus capacidades humanas para alcanzar el máximo potencial. Por ejemplo, a pesar de que la IA sea capaz de generar algo innovador o novedoso, su habilidad para generar emociones (ligado al primer punto del listado) es limitada.

Y esta capacidad no solo se limita al arte, que desde los principios de la humanidad depende de la creatividad, sino también a otros empleos en los que las estrategias ingeniosas son las que permiten diferenciarse de los competidores. Por esta razón, la creatividad es una de las habilidades que la IA no es capaz de replicar.

La interacción con el mundo real

Por cuestiones lógicas, más allá de la aparición de los robots que utilizan inteligencia artificial para guiar su comportamiento, el impacto de esta tecnología en el mundo real es prácticamente nula. Su actividad se limita al campo digital, donde tienen una gran influencia que, sin embargo, no pueden trasladar a la fisicalidad.

Existen miles de profesiones que requieren del cuerpo y de la presencia física de los trabajadores, más allá de que hoy es posible realizar varias de ellas a través de un entorno remoto que conecta a todos los participantes. Un médico, por ejemplo, no suele atender de manera digital y sí lo hace es en una especialidad que no necesita del paciente en persona.

La atención médica no puede ser reemplazada por la IA.

Las habilidades y la coordinación que tienen los seres humanos en todos los trabajos que requieren de la interacción con el mundo real no puede ser reemplazada por la inteligencia artificial y no lo será en un futuro cercano, más allá de la aparición de los robots en las fábricas.

La resolución de problemas que afectan a la sociedad

En el mundo existen muchas cuestiones que deben ser resueltas por la humanidad porque afectan a millones de personas. Puede tratarse de un país o incluso de todo el mundo, como es el caso del cambio climático. Y esto no se puede solucionar a partir de la inteligencia artificial, no solo porque no interactúa en el mundo real sino porque dependen de las decisiones de muchas personas que logran interpretar la situación.

Si bien es posible apoyarse en la tecnología para, por ejemplo, analizar datos, las campañas que implican estrategias a largo plazo necesitan de la interpretación y de la puesta en marcha de un grupo de personas capacitadas para hacerlo. Esto puede ser también en una empresa.

Existe una capacidad de las personas, que está ligada a la emoción y a la creatividad: la intuición. Se trata de una habilidad humana que puede fallar pero que si acierta puede ser perfecta para resolver un problema.

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