Teletrabajo: ¿por qué los expertos dicen que llegó a su fin?

Trabajo remoto

Si bien el teletrabajo no desaparece, son muchas las empresas que optaron por reducir el trabajo a distancia a medida que se fueron levantando las medidas restrictivas implementadas para combatir el avance del COVID-19, incluso algunas firmas, como Twitter, llegaron a eliminar el teletrabajo por completo. 

Hace pocos días, Sam Altman, CEO de OpenAI (la firma responsable por, entre otras cosas, ChatGPT y DALL-E) se presentó en una conferencia organizada por Stripe, la reconocida empresa de infraestructura financiera para internet, donde debatió en torno al futuro del trabajo remoto. El CEO afirmó que el peor error de la industria tecnológica fue pensar que todo el mundo podía trabajar desde casa, lo cual llevó a las firmas a realizar un experimento sobre el teletrabajo que actualmente según Altman, “está acabado”. 

En lo que duró su exposición, Altman señaló que el nivel actual en cuanto a desarrollo tecnológico no es lo suficientemente bueno y que ya desde el año pasado hay varias empresas que sufren los efectos negativos de la modalidad de trabajo remoto. 

Otro crítico de esta modalidad laboral es Bob Iger, CEO de Disney, firma cuyos empleados acuden a la oficina al menos cuatro días a la semana, en un mensaje enviado a los trabajadores, señaló: “en un negocio creativo como el nuestro, nada puede reemplazar la habilidad de conectar, observar y crear con colegas al estar físicamente juntos”. Sin ir más lejos, el mismo Zuckerberg pasó de ser un defensor acérrimo del teletrabajo a declararle la guerra total después de tres trimestres consecutivos de caída de beneficios. 

Sin embargo hay empresas que hicieron la apuesta contraria, reforzando el trabajo remoto con el objetivo de ganar competitividad, como la empresa de software Atlassian que incorporó la modalidad para otorgar a sus empleados mayor flexibilidad horaria. A fin de cuentas, la mayoría de las empresas hoy día están optando por un modelo híbrido que les permita retener a los trabajadores que no aceptarían volver todos los días a la oficina, a la vez que se potencia la creatividad en los ámbitos productivos cuando los empleados sí acuden en sus días designados. 

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