Hace pocas semanas se publicaron los resultados del último estudio realizado sobre los efectos de la semana laboral corta. El mismo fue llevado adelante por científicos de la Universidad de Cambridge en colaboración con la Universidad de Boston. ¿Cuáles fueron los resultados? Acá te contamos todo.
Primero vale aclarar que las mediciones realizadas apuntaban tanto a medir los efectos en empleados como en empresas y las comprobaciones son más que interesantes: quedó demostrado el aumento en la productividad de los empleados y en los ingresos de las empresas. Por otro lado también se comprobó una caída considerable en las enfermedades y el índice de estrés entre empleados, con el 71% declarando sentir “menos agotamiento” y el 39% afirmando estar menos estresado que al inicio del estudio, esto se traduce como: tener una mente relajada y despejada, implica un incremento en el nivel de concentración y en la productividad. Ahora bien, trabajar 4 días a la semana no significó una disminución de los salarios, ya que el modelo empleado fue el conocido como “100-80-100” (es decir, 100% del salario, 80% de la semana laboral tradicional y 100% de productividad).
Las empresas participantes (unas 61) se comprometieron a la reducción del 20% de la jornada semanal y sin disminuir salarios por un período de seis meses a partir de junio de 2022. La mayoría de las entidades participantes eligió mantener sus objetivos de productividad a tiempo completo. Comparando los números con los del año anterior, se comprobó que: el número de empleados renunciantes se redujo en un 57% mientras que los ingresos de las empresas apenas variaron durante ese mismo período, incluso en algunos casos llegaro a aumentar ganancias en un 1.5%. De aquellas 61 empresas, 56 afirmaron tener la intención de continuar con la semana laboral reducida, de las cuales, 18 afirmaron que el cambio será permanente.
Las empresas participantes pertenecían a distintos sectores de la economía del Reino Unido: minoristas de reventa, proveedores de servicios financieros, estudios de animación, pescadería local, pasando por sectores como la consultoría, la vivienda, el cuidado de la piel, la hotelería, el marketing y demás, dejando de manifiesto que el cambio es posible en múltiples sectores y en empresas de diversos tamaños.
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