El sedentarismo es un estilo de vida en el cual se incluye poco ejercicio físico y muchas actividades como mirar TV, trabajar frente a una computadora o leer, sin que sea requerido un consumo de energía mayor al necesario para respirar. Está asociado a un incremento en el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y predispone a condiciones crónicas más bien comunes como el sobrepeso, la obesidad, la diabetes, los problemas osteomusculares, la fatiga y el estrés. Entonces, siendo que el sedentarismo es algo tan malo para la salud, la cuestión es cómo podemos combatirlo. Acá te lo contamos.
La mejor manera de luchar contra el sedentarismo (y acá no queda otra) es realizar actividad física, en lo ideal, de forma planeada, estructurada y repetitiva. La recomendación para personas sedentarias siempre es arrancar con sesiones cortas de baja intensidad e ir incrementando de manera gradual tanto la duración de la sesión de ejercicio como el nivel de esfuerzo requerido para realizarlo. De esta forma el cuerpo no va a padecer un shock y se van a ver disminuídas las posibilidades de lesiones, ya que de a poco el organismo se va a ir acostumbrando a los cada vez más elevados requerimientos energéticos. Si hablamos de actividad aeróbica moderada (como caminar) lo mínimo es alcanzar los 150 minutos por semana, mientras que la actividad física intensa (como correr) puede realizarse por un mínimo de 75 minutos semanales, dentro de esos niveles de actividad la persona ya puede considerarse no sedentaria.
Ahora bien, hay otras formas en las que podemos combatir el sedentarismo, lo único que tenemos que hacer es efectuar pequeños cambios en nuestra rutina diaria, como por ejemplo: dejar el celular fuera del alcance, así tendrás que moverte y caminar aunque sea unos pasos para ver tus notificaciones; levantarte una vez cada 60 minutos frente a la computadora o TV; subir y bajar escaleras a pie en lugar de usar el ascensor; realizar alguna tarea parado; intercalar actividades sedentarias con otras más movidas; caminar todos los días; bailar y en lo ideal, planificar pequeñas sesiones de ejercicio todos los días.
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