Existen varias maneras de incentivar la productividad en las personas que trabajan en el campo de las industrias IT. De hecho, los grandes magnates de la tecnología, como Sam Altman, Elon Musk o Bill Gates suelen compartir sus estrategias para concentrarse y sacar el máximo rendimiento en sus tareas, algo que les permite liderar algunas de las compañías más importantes del mundo.
Pero más allá de lo que realizan las personas más famosas de este sector, también hay otras estrategias sumamente efectivas para aumentar la productividad y que fueron explicadas por investigadores en libros científicos que abordan el trabajo de los humanos desde un apartado teórico. Aquí te presentamos un ejemplo de un autor oriundo de Estados Unidos.
La técnica de productividad de un autor norteamericano
James Clear es el escritor del best seller del The New York Times llamado Atomic Habits (fue traducido como Hábitos Atómicos en español y se puede conseguir en varias librerías de Argentina), un libro en el que se concentra en una estrategia para trabajar poco convencional pero que a él le resulta sumamente efectiva para sus labores.
El escritor propone, a diferencia de lo que remarcan la mayoría de las estrategias de productividad hoy en día, olvidarse de los objetivos y, en cambio, enfocarse en los sistemas. Esto se debe a que existen muchos métodos que aseguran que se deben anotar las metas en un papel y priorizar todas las actividades que estén relacionadas a lograr esta finalidad.
Por qué James Clear propone enfocarse en sistemas
Lo primero que se le podría argumentar a su propuesta es que es muy difícil llegar a algún lado si no se sabe a dónde se quiere arribar. Pero justamente por esto, Clear asegura que los sistemas son mucho más poderosos y efectivos que los objetivos, de modo que orientando los esfuerzos hacia ellos es más fácil conseguir los resultados deseados por la persona.
Este es el punto de partida central de una teoría de la productividad que adquirió mucha fama durante el 2018, año en el que su libró lideró las ventas del diario más importante de los Estados Unidos por varias semanas. Pero ante todo, a la hora de aplicar este método, es esencial realizarse una pregunta y es qué son los sistemas.
Los sistemas del autor de la popular teoría de productividad
Bajo su concepción, este concepto abarca todos los procesos y las rutinas que se realizan de forma diaria. Y esto se puede aplicar a todos los campos. Por ejemplo, en el campo de las industrias IT se puede planear desarrollar una Inteligencia Artificial para ser utilizada en Argentina. Ese es el objetivo final, pero los sistemas son todas las actividades y tareas que se llevan a cabo para que esto sea posible.
Esto puede ser desde la programación hasta el entrenamiento de la IA. Lo mismo sucede con el marketing digital, ya que la finalidad propuesta por el profesional puede ser incrementar las ventas de determinado objeto, pero el sistema son todas las estrategias, diseños y métodos que se llevan adelante para lograrlo.
Y todo esto explica, según detalla el autor en su libro, por qué enfocarse en los sistemas es lo más importante y debe ser la prioridad absoluta de todo trabajador. Esto se debe a que si uno se concentra en mejorar el funcionamiento de los procesos y las rutinas, inevitablemente estará mucho más cerca de lograr sus objetivos propuestos.
En otras palabras, lo esencial para Clear no es obsesionarse con alcanzar un objetivo sino con mejorar los sistemas que te permiten llegar a él. De esta manera, la meta deseada parecerá mucho más alcanzable que antes. Y esto no solo se limita a los trabajos IT, sino que también se puede aplicar a actividades personales, como el deporte.
Los problemas de los objetivos para alcanzar la productividad
La momentaneidad
Una de las principales razones por las que el autor estadounidense se opone a los métodos que están enfocados en conseguir una finalidad es que cuando se arriba al objetivo deseado este episodio solo se mantiene por un momento, de modo que no se sabe cómo seguir adelante, algo que con los sistemas no ocurre porque las actividades y las rutinas se mantienen firmes y pueden continuar.
No permiten progresar a largo plazo
Ligado a la primera de las características por las que Clear considera que los objetivos atentan contra la productividad es que muchas veces suelen ser metas que pueden cumplirse en el corto plazo, de modo que es mucho más difícil planificar estrategias que puedan sostenerse en el tiempo, llegando a mejorar la efectividad de una empresa o del propio trabajador en su campo laboral o incluso recreativo.
Los objetivos suelen perjudicar el bienestar de las personas
Otro de los problemas que generan estas estrategias es que al ser unidireccionales suelen demandar mucha energía y capacidades en una única finalidad. De este modo, las personas tienden a pensar que sólo serán felices cuando lo consigan, algo que no sucede cuando se plantea una mejora diaria a partir de las rutinas y las actividades que generan los sistemas.
A este apartado también hay que añadirle que la felicidad suele ser una sensación que es aliada de la productividad, porque una persona que se siente alegre tiene muchas más posibilidades de desempeñarse de una manera más efectiva y precisa que si está triste y obsesionada con una finalidad.
Pueden ser objetivos compartidos
El problema final, y quizás el más importante de todos, es que en muchas áreas los objetivos son compartidos por personas que compiten por alcanzar la misma meta, algo que es muy frecuente en el deporte. De esta manera, es posible que una sola persona llegue a la finalidad deseada y si no se arriba a ella esto puede desmoronar todo intento de productividad.