Ante el constante crecimiento de las Inteligencias Artificiales, cada vez se hace más presente la preocupación frente al posible reemplazo de trabajadores por sistemas automatizados. Y esta preocupación tiene un asidero en la realidad: según uno de los últimos informes del Foro Económico Mundial, se espera que aproximadamente el 23% de los puestos laborales actuales cambien en los próximos años.
La pregunta para muchos entonces es, ¿qué puedo estudiar para estar un paso adelante de los desarrollos tecnológicos? Según Lucas Mailland, CEO y Co-Funder de Fichap (start-up que ayuda a las empresas a impulsar la digitalización para gestionar recursos humanos de forma centralizada y automatizada): “las recomendaciones incluyen ciencias de datos, IA, desarrollo de software, ciberseguridad, ingeniería en robótica y sostenibilidad o energías renovables. Pero, además, es esencial en un entorno cambiante trabajar habilidades interpersonales, y desarrollar el pensamiento crítico y el poder de adaptación, una de las skills más valoradas por las empresas hoy”.
Para Santiago Weber, Responsable de Tecnología de Seeds (empresa que ayuda a las organizaciones a encontrar el talento especializado que necesitan para sus proyectos), la flexibilidad y la adaptación al cambio con más que necesarias frente al avance tecnológico: “es necesario entender para qué sirven las IA y para qué no, cuáles son sus limitaciones y sus virtudes. Hoy, nos puede ayudar a resolver funciones oerativas para así destinar el tiempo a tareas que agreguen valor y que requieran de un pensamiento analítixo que la IA no puede aportar”.
Según Weber, “las empresas tienen que saber que es importante que los colaboradores no perciban a la IA, ni a ninguna transformación digital, como una amenaza, sino como una oportunidad. Quienes deben llevar esta tranquilidad son los equipos de tecnología, por medio de la capacitación y el uso práctico de estas herramientas”.
Uno de los puntos clave a resaltar respecto del desarrollo de las IA, es su regulación. Los expertos concuerdan en la necesidad de proteger los derechos de los trabajadores, estableciendo límites éticos para evitar el mal uso de la tecnología e implementando políticas que garanticen una transición justa.
