Automatización: profesiones en peligro de extinción

Un bot diseñado para automatizar tareas que hasta ahora realizaban personas.

La evolución de los robots y la inteligencia artificial está transformando gradualmente el panorama laboral. Esto, por un lado, implica que habrá nuevas oportunidades de trabajo relacionadas con la tecnología emergente, por otro lado, a medida que se avanza en la automatización de tareas, puede ser que algunos empleos tradicionales comiencen a desaparecer. Solo en EE.UU., se estima que aproximadamente el 47% de las profesiones están en riesgo de ser automatizadas en las siguientes décadas.

Investigadores de la Ecole Polytechnique Fédérale, en Suiza, realizaron un estudio en el que analizaron cuáles son los trabajos que enfrentan mayor riesgo de ser automatizados. Para la investigación se evaluaron diferentes ocupaciones y se tuvo en cuenta hasta qué punto la inteligencia artificial puede reemplazar las habilidades humanas requeridas para esos trabajos. En cuanto a las habilidades de los robots, se tuvo en cuenta tanto las habilidades físicas que los robots tienen hoy en día, así como las capacidades de resolución analítica de otros sistemas de IA. 

A partir de toda esa información, se elaboró el siguiente índice de automatización que muestra cuáles son los empleos en mayor riesgo:

– Mataderos y empacadores de carne

– Trabajo en industria textil, prendas de vestir y materiales relacionados

– Clasificadores y seleccionadores de productos agrícolas

– Conserjes y personal de limpieza

– Asistentes y ordenanza

– Empacadores

– Auxiliares de comedor, cafetería y ayudante de barman

– Trabajadores de preparación de alimentos

– Empleadas domésticas

– Personal de limpieza de vehículos y equipos

El mismo índice señala cuáles son los empleos en menor riesgo de automatización:

– Físicos

– Neurólogos

– Médicos especialistas en Medicina Preventiva

– Neuropsicólogis

– Patólogos

– Matemáticos

– CEOs

– Cirujanos

– Biólogos moleculares

– Epidemiólogos

La función de esta investigación es que se tomen medidas para organizar la fuerza laboral a futuro, mientras se espera que ayude a concientizar a gobiernos, trabajadores y empleadores, empujándolos a realizar los cambios necesarios para la adaptación en plena transformación económica, que si bien eventualmente será positiva, no dejará de ser una transición que deberá ser organizada para reducir la exclusión. Los gobiernos podrían emplear el método propuesto para evaluar el riesgo de desempleo y ajustar sus políticas educativas. Por otro lado, las empresas de desarrollo de tecnología podrían emplearlo como herramienta para comprender mejor las necesidades del mercado.

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