Solicitar un aumento de sueldo no siempre es tarea fácil, muchas veces nos sentimos incómodos, nerviosos o inseguros. Pero saber negociar es una habilidad más que importante para cualquier perfil profesional. Es por eso que acá te dejamos 5 consejos para tu próxima negociación salarial.
- Investigar: como primer paso, es importante realizar una evaluación del mercado laboral y los salarios promedio dentro de tu industria y área geográfica, a modo de tener cifras en mente que sirvan de referencia.
- Elegir el momento adecuado: a diferencia de lo que vemos en el cine o la tv, no debemos abordar al empleador de la nada, por el contrario, lo ideal es, de forma anticipada, programar una charla o reunión para abordar el tema, a modo de que tanto empleado como empleador puedan prepararse para la negociación. Más allá de eso también es bueno tener en cuenta el momento financiero que esté atravesando la empresa, si el negocio está funcionando bien, hay más chances de que el aumento se concrete.
- Llevar pruebas de desempeño: es clave para respaldar tu argumento en la negociación, ya que te permite demostrar en la práctica el por qué mereces el aumento que deseás. Elaborá listas, enumerando tus responsabilidades, logros y las formas en las que contribuís al éxito de la empresa, mientras más específico seas al momento de respaldar tu petición, mejor.
- Ser claro y profesional: al momento de negociar, hay que ser claros y concisos, empleando un lenguaje directo que recorra punto por punto el argumento que hayas armado. Al mismo tiempo, es importante mantener la calma y la compostura, después de todo la negociación de un aumento es un proceso profesional más.
- Tener confianza y no rendirse: mostrar confianza en uno mismo (más allá de que es buen consejo para la vida en general) es crucial en cualquier proceso de negociación, el individuo tiene que demostrar que confía en el valor de su trabajo y sus contribuciones a la empresa. También hay que entender que a veces las negociaciones fallan o llevan meses, pero incluso en esos casos no hay que bajar los brazos, sino apuntar a un diálogo abierto y continuo con el empleador.