Investigadores de la Universidad de California y del Instituto de Psicología Humboldt de la Universidad de Berlín, estudiaron las consecuencias de las distracciones en el trabajo y cómo éstas afectan la productividad. Por ejemplo, detectaron que aquellos trabajadores que son interrumpidos por una llamada telefónica o un e-mail, necesitan aproximadamente 23 minutos para volver a la tarea que estaban realizando, y como consecuencia, sienten más estrés y frustración respecto de otros trabajadores que no experimentan ese tipo de interrupciones.
Si bien a veces el origen de las distracciones es parte del trabajo o parte del entorno laboral, como compañeros de trabajo que conversan, otras veces las interrupciones provienen de hábitos sin mucho sentido que en un punto sabotean nuestra productividad y que repetimos de forma instintiva, insistente e inconsciente. Estos hábitos son muy difíciles de modificar si no los identificamos primero, por eso acá te compartimos 7 malos hábitos muy comunes, cuya corrección podría ayudarte a aliviar el estrés y la frustración de perder el tiempo.
1- Revisar constantemente el teléfono celular: mucha gente tiene la costumbre de estar siempre con su celular al lado, revisándolo cada vez que se tiene la oportunidad. Esto puede llevar a la pérdida de bloques de tiempo enteros, por eso lo recomendado es programar un tiempo de desplazamiento (es decir, tiempo de disfrute con el celular).
2- Abrir demasiadas pestañas en el navegador de internet: cada pestaña puede significar una distracción más. La recomendación es emplear un organizador de pestañas, como One Tab.
3- Hacer tareas no relacionadas que “solo llevarán un momento”: es el hábito sin sentido de hacer lo que sea que se nos venga a la cabeza por temor a olvidarlo. La recomendación es crear listas de tareas a realizar por fuera de la actividad laboral, para así mantener el tiempo de trabajo ininterrumpido.
4- Consultar compulsivamente Slack y otras plataformas de chat de trabajo: para romper con este hábito, es necesario trazar límites con los compañeros de trabajo, para que sepan cuándo se puede interrumpir. También está bueno hacer uso de los estados, como “ocupado”, “en reunión”, etc.
5- Largarse a resolver un problema de inmediato, antes de saber si realmente es un problema que pueda resolverse rápidamente y si es una responsabilidad que recae en uno o no.
6- Programar reuniones innecesarias: tener muchas reuniones puede ser una gran causa de distracciones, por eso lo que se recomienda es solo programarlas cuando realmente son necesarias.
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