A pesar de que algunos miembros de la Generación Z ya comenzaron sus primeras experiencias laborales, una parte de ellos todavía no realizó sus primeros trabajos. Se los considera como los empleados del futuro y sus habilidades están marcadas por la influencia que tuvo y tiene el Internet en sus vidas.
Es por eso que la Generación Z se caracteriza por tener una mayor facilidad para implementar todas las herramientas digitales que año a año surgen y se actualizan adquiriendo mayor complejidad. Esto los vuelve necesarios en un contexto en el que las compañías están realizando una transición. Sin embargo, también hay habilidades en las que son menos eficientes por las mismas razones que en el caso anterior.
Qué habilidad está perdiendo la Generación Z
La principal característica que están perdiendo los humanos de esta época, que abarca a los nacidos entre 1997 y 2010, a personas ya recibidas en la universidad y a alumnos que todavía no concluyeron su educación secundaria, es la de la escritura a mano, una habilidad que ya casi no se aplican porque fue sustituida por las computadoras.
Pese a que en las escuelas y en las universidades es necesario tomar apuntes en un cuaderno o escribir para los exámenes, estas actividades están siendo reemplazadas por las posibilidades que ofrece la tecnología, desde la capacidad de registrar lo que dice el profesor en un celular hasta la escritura automática y reciente de la inteligencia artificial.
De acuerdo a lo expresado por un estudio realizado por la Universidad de Stavanger, que tiene su sede en Noruega, alrededor del 40% de los estudiantes perdió la capacidad de escribir a mano de manera comprensible, un porcentaje que va más allá de la prolijidad y se relaciona más con la poca frecuencia con la que realizan esta actividad.
Cuáles son los problemas de perder esta habilidad
Este informe también explica que el reemplazo de los lápices y las lapiceras por dispositivos como las computadoras o las tablets puede llegar a ser beneficioso para algunos estudiantes. De todas maneras, recalca que escribir de manera manual es vital para activar algunas áreas del cerebro que se relacionan con el aprendizaje, como puede ser el reconocimiento visual o la memoria.
Y estas capacidades pueden tener un impacto en el trabajo. Por ejemplo, existen entrevistas laborales en las que los candidatos deben someterse a exámenes. Y una capacidad limitada para escribir puede generar que sea descartado. Además, los ordenadores pueden acostumbrar a la corrección ortográfica, algo que no se tiene cuando se anota de manera manual.
Por último, existe otro problema que también provoca problemas en el ámbito laboral y académico para la Generación Z. Se relaciona con que los alumnos están evitando las frases largas, apostando por una comunicación que se caracteriza por oraciones cortas, lo que se asemeja al estilo en el que se publica en las redes sociales. El principal impacto detrás de esto es que su capacidad para desarrollar argumentos coherentes es menor. Y no solo en la escritura.