El estrés es una de las principales razones que afectan la productividad en los entornos laborales. A la hora de desarrollar proyectos, es muy importante tener la mente despejada y no estar afectado por problemas externos. Para lograr esto, existen varias técnicas que todo el mundo puede aplicar para mejorar su eficacia y sentirse más aliviado.
De hecho, según varios estudios, el estrés es uno de los problemas más frecuentes en las empresas y uno de los motivos por los que los empleados no alcanzan el grado de satisfacción y productividad deseados. Aprender estrategias para aliviarlo puede ser muy beneficioso para todos los involucrados en un proyecto.
6 técnicas para combatir el estrés de forma eficiente
Identificar la razón que lo genera
Lo más importante que deben realizar todas las personas que se sienten estresadas es reconocer cuál es la fuente que está originando el problema. Esto puede ser muy variado, desde situaciones que ocurren en el hogar con la familia hasta aspectos específicos de los entornos laborales, como una sobrecarga de tareas pendientes o una mala relación con un compañero.
Algunos de los motivos más comunes son los plazos ajustados de entrega, la falta de control sobre una parte del trabajo, las relaciones complicadas con otros compañeros y algunas condiciones indeseadas del empleo, aunque también se pueden trasladar problemas externos a la oficina o al lugar desde uno desempeña sus actividades laborales.
Este siempre debe ser el primer paso para combatir el estrés porque es imposible trabajar sobre un problema que no se reconoce. Incluso, a veces para evitar pensar en él, se oculta, lo que termina siendo mucho más perjudicial para el empleado. Una vez identificado, se pueden idear distintas estrategias para superarlo.
Relajación progresiva
Esta técnica fue acuñada por Edmon Jacobson, un médico que inventó una estrategia para combatir el estrés. El objetivo es liberar aquello que molesta a la persona a través de un estado de relajación corporal. Para eso se deben seguir una serie de pasos y ejercicios que implican trabajar sobre músculos tensos.
Para hacerlo se recomienda estar sentado o estirado y cerrar los ojos. Luego se debe centrar la atención en la relajación múscular y mantener la tensión durante 5 segundos en los que hay que inspirar. Después hay que relajar la zona y exhalar por diez segundos. Estos movimientos se deben repetir entre 10 y 20 minutos.
Además, se debe hacer hasta lograr que todos los grupos musculares estén relajados, cuando se logra esto se tiene que centrar la atención en pensamientos agradables que permitan alejarse del estrés y así conservar la relajación.
Según Neurofeedback Barcelona, la relajación progresiva de Jacobson es importante porque “el dominio de esta técnica puede ser muy útil para disminuir los efectos de la activación fisiológica derivada de una alta carga de estrés, ansiedad y tensión constante”.
Poner límites a las actividades
Algo tan sencillo como saber dónde hay que parar y cuándo hay que decir que no puede ser muy beneficioso para combatir el estrés. Expresarse en un momento oportuno, frente a quién se deba hacerlo, siempre de forma respetuosa, contando qué es aquello que te ha molestado puede ser vital para evitar problemas futuros.
Esto es relevante para cuando se está sufriendo de malos tratos pero también para cuando se están recibiendo muchas órdenes, más de las que una persona puede afrontar. Si no se establece un límite, esto será cada vez más frecuente, lo que de forma inevitable contribuirá a aumentar el estrés laboral.
Hacer ejercicio
Otra estrategia vital para relajar el estrés está relacionado a la actividad física. Más allá de que existan personas que disfruten de practicar un deporte específico y esto los ayude a combatir este problema, el ejercicio ayuda a liberar endorfinas, lo que deriva en un bienestar físico y emocional que es más que relevante para los humanos.
Esto no significa que haya que someterse a entrenamientos muy intensos, ni tampoco comenzar por algo muy duro, sino que hay que mantener actividades físicas de forma regular. Este ejercicio debe ser disfrutable y no una carga, porque sino no se estará contribuyendo a disminuir el estrés. Imponerse objetivos alcanzables es una buena forma de mantenerse entusiasmado y no abandonar.
Visualización
Existen otras técnicas distintas que también contribuyen a disminuir estos problemas. Para eso, una persona puede crear imágenes en su propia mente que lo trasladen a un lugar o a una escena que ellos mismos consideren tranquila o apacible. Esto puede ser un episodio alegre de la infancia o un destino turístico que conocieron y al que desean regresar.
Según lo que explica el instituto Mayo Clinic, a la hora de relajarse con la visualización es recomendable utilizar todos los sentidos para recrear de una forma más vívida estas imágenes. Es conveniente aplicar el olfato, el sonido y el tacto. “Si imaginas el océano para relajarte, piensa en el olor del agua salada, el sonido de las olas al romper y la sensación del sol cálido en tu cuerpo”, detallaron.
Además, realizaron otros consejos para que la visualización sea más efectiva: “Es recomendable cerrar los ojos y sentarse en un lugar tranquilo. Además, puedes aflojarte la vestimenta ajustada y concentrarte en la respiración. Intenta enfocarte en el momento presente y evoca pensamientos positivos”.
Organización
Aunque parezca sencillo, una de las principales razones del estrés está relacionada a la falta de organización. En algunas oportunidades, por falta de tiempo o por pereza, las personas no terminan de dictaminar una agenda precisa, por lo que luego sufren de problemas y de una sobrecarga de tareas.
Para solucionar esto, y evitar un posible estrés, siempre es positivo marcar en un calendario todo lo que se debe realizar en un día, estableciendo límites fijos que impidan trabajar de más, y sin dejar todo para último momento. Esta pequeña técnica es vital para los empleados de diversas industrias.
