Durante este último año se lanzaron muchas nuevas aplicaciones que permiten realizar un montón de actividades que requieren de habilidades IT por métodos mucho más sencillos. Este es el caso de Blackbox, una Inteligencia Artificial que es ideal para quienes quieren contar con un sitio en Internet con un aspecto específico.
Generalmente, esta tarea la realiza un desarrollador web, que se encarga de diseñar toda la programación de una página para estar en línea. Esto ya fue simplificado gracias a varias herramientas de codificación, aunque Blackbox logró ir un paso más allá a partir de una estrategia que simplifica la labor casi al máximo.
Qué es Blackbox, la IA para diseñar una página de primer nivel
Si bien es una herramienta que funciona mucho mejor cuando se tienen conocimientos sobre programación y desarrollo, su principal beneficio es que ayuda a codificar. Para eso cuenta con un chat, similar al de las aplicaciones de chatbot, como es el caso de Gemini o Claude 3.5 Sonnet, en el que se le puede realizar consultas.
Blackbox está disponible de forma gratuita, aunque sus funciones son limitadas, con un sistema completo por el que se debe abonar una cuota mensual. Sin embargo, la mayoría de sus capacidades están disponibles para todas las personas, que deben enlazar su cuenta de correo electrónico con el sistema. Para eso se puede utilizar Gmail.
La función más clásica que tiene es la de ser un asistente de Inteligencia Artificial que está diseñado para responder cualquier inquietud que tengan los usuarios. En vez de ingresar a un navegador, se puede usar estos motores de búsqueda para encontrar información. Uno de sus principales beneficios es que brinda acceso a resultados web en tiempo real. Se encuentra disponible en más de 52 idiomas.
La codificación, el gran beneficio de Blackbox AI
Otra de las características más valoradas de CyberCoder es que logra transformar la experiencia de la codificación. Eso se debe a que permite que los desarrolladores usen su aplicación para llevar a cabo ediciones de distintos archivos de manera simultánea. Eso se realiza a partir de la racionalización de los flujos de trabajo.
Esto es posible gracias a que cuenta con una herramienta en la que se implementan escenarios de codificación en tiempo real, mejorando el tiempo y volviéndolo más eficiente. Esto significa que tanto las personas con experiencia en el oficio como quienes son aficionados podrán llevar a cabo experiencias de desarrollo web.
Es aquí donde aparece una de sus características más impresionantes. Supongamos que alguien desee crear una web que tiene un diseño similar a otra página que sea de interés. Un ejemplo podría ser el de una marca que vende ropa y tiene varias categorías donde los usuarios pueden buscar por su deseo, desde el género hasta los tipos de prenda.
Y Blackbox ofrece una característica que te permitirá tener acceso al código que se utilizó para programarlo a partir de unos pasos muy sencillos. Para eso se debe tomar una captura de pantalla muy precisa sobre la página web que se desea utilizar como modelo, que en este caso sería la de la marca de ropa.
El siguiente paso es muy sencillo: se debe cargar la captura de pantalla a través de BlackBox, que logrará traducir la información que tiene la imagen y te devolverá exactamente cómo es el código con el que fue programado. El único requisito que tiene para que funcione es que sea abierto, que es una práctica que la mayoría de las empresas ofrecen.
Los beneficios de esta práctica son fundamentales para quienes deseen ahorrarse trabajo a la hora de programar pero también para quienes desean introducirse en este mundo y conocer cómo los profesionales del oficio escribieron el código para que un sitio sea atractivo. Y es una función gratuita disponible para quienes se hayan registrado, no es premium.
Otras funciones destacadas dentro de BlackBox
Más allá de esta característica relacionada al desarrollo web, la Inteligencia Artificial también brinda varios beneficios relacionados a los archivos, ya sea PDF de gran tamaño, imágenes o hasta códigos, que se pueden subir al chat con la herramienta y conversar con ellos a partir del almacenamiento dentro de la aplicación.
De hecho, esto no solo se limita a archivos individuales sino a carpetas con varios de ellos. De esta manera, Blackbox tiene la capacidad de analizarlos para extraer la información que el usuario está deseando. La utilización más común se relaciona a un resumen de los datos presentes en un PDF pero también se puede usar para hallar errores de codificación.
Además, permite editar bases de código con facilidad gracias a una función que permite cargarlos e interactuar con ellos. El objetivo de Blackbox es que los usuarios puedan encargarse de escribir mientras sus herramientas de Inteligencia Artificial se encargan de acelerar los flujos de trabajo y de extraer la información más relevante.
Edición de material audiovisual y codificación
Otra de sus herramientas más valoradas es que permite transformar cualquier imagen en una aplicación funcional. Se trata de una función relacionada a su capacidad de ofrecer código abierto pero sus alcances son más amplios. Para eso requiere que se cargue una imagen a la conversación con el chat de Blackbox.
Después de eso, se puede “conversar con las imágenes”, como explican en su sitio, para extraer información valiosa y darle vida a las ideas. La IA se encarga de comprender el contexto de la fotografía y de dar respuestas para que pueda convertirse en una aplicación.
Además de las imágenes, esta herramienta también funciona con repositorios de GitHub, mediante los cuales se puede acceder a información de su código base. De esta manera, Blackbox demuestra que se puede conocer el potencial de la programación a partir de una conversación con una Inteligencia Artificial.